1. Panorama histórico.
Hay muchas aportaciones al desarrollo histórico de la Psicología social, como por ejemplo los tratados de Allport, Graumann, y en España los estudios de Blanco, Páez, Valencia, Morales y Ursúa. De todos modos podemos los en varias fases:
Los años iniciales, que abarcan desde 1885 a 1934. En Francia Le Bon se preocupa de estudiar la conducta de personas dentro de grupos y multitudes y Tarde inicia el estudio de lo que luego se conocería como influencia en su obra “Sobre las leyes de la imitación”. Se trata de estudiar cómo se produce la influencia social, los movimientos sociales y los cambios en un período de intensa conflictividad en las sociedades europeas, con huelgas, manifestaciones y boicots, todo lo cual genera un cambio social acelerado. En la fase final los autores más destacados son Triplett, con sus experimentos sobre el efecto que la presencia de otras personas tiene sobre el rendimiento individual; Ross, McDougall, Allport. McDougall continúa en su obra sobre los grupos con la tradición de Le Bon. En los años iniciales destaca el estudio de las actitudes y su medición, cuyo iniciador fue Thurstone.
Período de madurez, desde 1935 a 1945. En este impasse y a causa a veces de la II GM se produce una emigración masiva de psicólogos europeos a USA. Entre todos ellos merece una mención especial Kurt Lewin, que introduce el concepto de interaccionismo, según el cual la conducta se considera producto de la persona por la situación, y que ejercerá gran influencia en las décadas posteriores. Lewin hace también estudios sobre liderazgo, climas sociales, dinámica de grupo, cambio social; y junto a los de Sherif sobre el surgimiento de las normas sociales como resultado de la interacción grupal, resultarán de sumo interés. Ya algunos años antes Murphy &Murphy habían publicado el primer manual con el título de Psicología Social Exsperimental. Hay un influjo importante de la obra de Freud que se canaliza a través del movimiento llamado Cultura y personalidad, que entre otros temas estudia la personalidad modal y el carácter nacional. Pero quizá lo más destacado de la época sea la fundación de la SPSSI o Sociedad para el estudio psicológico de las cuestiones sociales. Esta fundación se convirtió en el modelo de trabajo por el cual los psicólogos sociales intentaban responder a las preocupaciones sociales de la época.
La rápida expansión, desde 1946 a 1969. Predominan los estudios sobre como las personas pueden llegar a comportarse de forma nociva e incluso inhumana con sus semejantes. Hay distintas maneras de abordar la situación, desde la personalidad autoritaria de Adorno, Frenkel-Brunswick, Levison o Sanford, los estudios de Asch sobre la resistencia a la presión de la mayoría, o los de Milgram sobre la obediencia a la autoridad. Estos estudios sobre cambio de actitudes alcanza su punto álgido con el grupo de Hovland y su énfasis sobre los efectos de la comunicación y la propaganda y los trabajos de Festinger, que introduce la idea de la disonancia cognitiva. El estudio de la violencia y la agresión por Berkowitz se equilibra con el estudio sobre el altruismo de Darley y Latané, y del amor romántico por Berscheid y Walster. La conducta grupal se estudia por Thibaut, Kelley y Homans. Y no olvidemos que el contexto de todos estos trabajos es una fuerte protesta social donde destaca sobre todo la lucha por los derechos civiles en USA, donde los psicólogos sociales desempeñaron un importante papel.
Crisis y re-valuación, desde 1970 hasta la actualidad. Franzoi considera que la crisis ha sido sobre todo de confianza y la achaca a sesgos de etnia y género. Y piensa que si se ha podido superar es porque se han hecho esfuerzos para la erradicación de ambos sesgos, teniendo en cuenta el impacto de los factores culturales sobre los procesos psicosociales. En este período el estudio de procesos cognitivos como la atribución, que es la búsqueda de las causas de los comportamientos; evolucionó y se convirtió en una de las áreas que más investigación sigue generando; que es la cognición social, cuyo objeto de estudio se centra en cómo las personas piensan sobre los demás y sobre el mundo social en general. Es también la época de la expansión geográfica de la Psicología social hacia Europa, Australia, Latinoamérica y otras regiones del mundo. Hay una aplicación a las cuestiones de la vida cotidiana, y se puede empezar a hablar de una Psicología Social del Derecho, de la Salud, de la Educación, del Deporte…
2. Definición de Psicología social.
La más usada es la de Allport que la define como un intento de comprender y explicar cómo el pensamiento y el sentimiento y la conducta de las personas son influidos por la presencia real, imaginada, o implícita de otros. La idea esencial es que la conducta de las personas y sus procesos psicológicos se modifican por la influencia de otras personas. Todo esto permite interpretar que la influencia que genera la presencia de los otros es bidireccional; la persona no solo es objeto de influencia sino que también responde a ella para poner en marcha sus procesos psicológicos, y esta respuesta influye, a su vez, en los demás. Sobre la definición dada por Allport, Franzoi concluye que la Psicología Social es el análisis y comprensión de la conducta de la persona desde la consideración simultánea de dos factores fundamentales: sus estados psicológicos internos y los aspectos de su contexto social.
La presencia de los otros. Allport establece una diferencia entre presencia real, imaginada e implícita.
a. Presencia real, en la que se exige la ubicación de la persona en el mismo espacio físico que las otras; aunque quizá sería más exacto hablar de presencia física que real. Podríamos hablar de muchos ejemplos; pero Franzoi habla de una persona que actúa ante una audiencia o tribunal. Algo más complejo es cuando existe la llamada co-actuación, donde la persona realiza una actividad en compañía de otros, como cuando hay varias personas pedaleando en sus bicicletas estáticas en la misma sala. La interacción directa es algo más compleja, porque las personas actúan en coordinación con otras, ejercen entre sí un efecto recíproco y ajustan mutuamente su conducta sin un plan previo, es decir, espontáneamente. La interacción es una categoría muy amplia que abarca desde situaciones como un encuentro burocrático hasta una consulta médica; y puede ser diádica, es decir de dos personas, grupal o intergrupal. De todo esto lo que más le interesa a la Psicología Social es la interacción.
b. Presencia imaginada. Tiene que ver con la representación que la persona se hace de los otros. Esto se exige en muchas ocasiones de la vida cotidiana, sobre todo cuando alguien tiene que incorporarse a un grupo, adaptarse a un nuevo trabajo. Aquí encaja una importante línea de investigación sobre el manejo de la impresión. Cómo las personas son conscientes de la importancia que tienen las primeras impresiones, a menudo se preocupan por planificar y preparar un primer encuentro, por ejemplo. Y relacionado con la impresión está el fenómeno del “qué dirán”, debido al cual modificamos nuestra conducta en función de los juicios que nos imaginamos que los demás harán de ella. Para poder imitar un modelo a seguir la persona tiene que representarse mentalmente la conducta de éste. Lo esencial, por tanto, reside en la representación mental de los otros, que es la principal puerta de entrada a los procesos estudiados por la cognición social; tales como la atención, la memoria, la percepción, la atribución, los estereotipos y los prejuicios.
c. Presencia implícita. Para influir los demás no necesitan estar presentes físicamente, ni siquiera de modo imaginado. Basta con que lo estén sus productos, como por ejemplo las normas sociales. No es necesario que estén presentes los miembros del grupo para que una persona que forma parte de él ajuste su conducta a los modos grupales. Y a
Esta conducta hay que añadir las estructuras sociales de poder, status, rituales, modas o costumbres. Veamos el ejemplo de algunos encuentros con desconocidos que comienzan con un trato igualitario y cambian cuando se descubre que uno de ellos tiene un status superior. Esto nos lleva al motivo conocido como Harum al-Raschid, el famoso califa de Bagdad que se disfrazaba de mendigo para recoger información sobe lo que ocurría en su ciudad, sobre todo en lo referente a injusticias y opresión.
3. Psicología social y procesos
La influencia de la presencia de los otros sobre la persona se ejerce a través de una serie de procesos que a veces interactúan entre sí y ocasionan resultados aparentemente contradictorios. Por ejemplo en el experimento de Triplett los resultados eran muy variables, y los investigadores estaban desconcertados. Hasta que en 1965 Zajonc aportó la solución correcta, porque según él la presencia física de otros que realizan la misma tarea incrementa la motivación de la persona, es decir, el esfuerzo dedicado; pero si la tarea es difícil o la persona inexperta o poco diestra, la motivación tiende a multiplicar los errores que comete esa persona y perjudica su rendimiento. Por eso a diferencia de lo que sostenía Triplett, la presencia física de otros no genera de manera automática un aumento del rendimiento en la tarea; lo que hace es potenciar un proceso interno de motivación de la persona. Entre motivación y rendimiento tampoco hay una conexión automática. Hay otro proceso, la capacidad de la persona, que juega un papel muy importante. Motivación y capacidad son dos procesos de naturaleza individual, y una importante fuente de diferencias. Pero junto a los procesos individuales también hay procesos de naturaleza interpersonal, grupal y societal.
• Procesos de naturaleza individual. No es que estos procesos no sean sociales, sino que tienen lugar dentro del individuo, aunque siempre con un referente social. El proceso individual por excelencia es el yo o el self, que incluye todos aquellos aspectos de la persona que son importantes para ella. Una de sus principales características es la complejidad o grado en que una persona se concibe a sí misma como compuesta de muchas facetas independientes o no relacionadas. Linville afirma que es más saludable para la persona tener una complejidad elevada, porque un deterioro en alguna faceta de su yo tendrá entonces consecuencias menos nocivas. La centralidad del yo como proceso individual se aprecia también en la línea de investigación llamada de auto referencia. Las personas tienen una capacidad especial para recordar y reconstruir rasgos y sucesos que son relevantes para su yo, y en concreto recuerdan mejor aquellas palabras que tienen que ver con su yo y los sucesos en los que han estado personalmente involucrados. Dice Kimble que el yo es central en la forma en que organizaremos nuestras experiencias y reaccionamos ante otras personas.
• Procesos de naturaleza interpersonal. Estos procesos son quizá de los más estudiados, porque como dicen Baumeister o Leary los seres humanos tenemos necesidad de pertenecer y establecer con otras personas vínculos estables y duraderos. Ahí está la investigación de Williams sobre el ostracismo, una estrategia destinada a excluir o ignorar a alguien. El ostracismo se ha usado en todas las épocas y en todas las culturas para regular el comportamiento social y las personas que lo han sufrido lo describen como un abuso emocional, habiéndose demostrado las fatales consecuencias para el bienestar y salud mental de las víctimas. Lo esencial de estos procesos de tipo interpersonal es que de ellos surge algo nuevo, es decir, algo que no está contenido en los procesos individuales de las personas que participan en la relación misma; lo que se conoce como emergentismo. Vamos a considerar en primer lugar el estudio de McFarland y Ross, que en entrevistas a universitarios con pareja estable, les piden que evalúen a esa pareja. En una segunda entrevista, dos meses más tarde, les piden que la evalúen de nuevo. Y los que parecían estar más enamorados solían recordar que su relación había comenzado como un flechazo; mientras que quienes habían roto la relación manifestaban que ya desde el principio habían percibido que su pareja era egoísta y tenía mal carácter. Varios años más tarde Holmberg y Holmes encontraron resultados parecidos. En una investigación con 373 parejas casadas cuya gran mayoría se consideraban muy felices. Dos años más tarde los participantes cuya relación se había deteriorado, decían que todo había ido mal desde el principio. Todo esto pone de manifiesto que la forma en que evoluciona la relación modifica no sólo lo que cada miembro de la pareja piensa del otro en ese momento, sino lo que piensa de cómo era en el pasado. Dicen Holmberg y Holmes que cuanto peor es la opinión actual que se tiene del miembro de la pareja, peores son los recuerdos que se tienen de él y esto se acentúa más todavía con actitudes negativas.
• Procesos de naturaleza grupal. Los procesos de grupo suelen presentar una estructura y una organización bien definidas. En los grupos suelen existir roles o papeles desempeñados por los miembros y que facilitan la realización de las funciones grupales. La conducta de las personas se modifica cuando forman parte de un grupo, debido a la importancia que para los seres humanos significa la pertenencia. A lo largo de toda la evolución humana la inserción en grupos ha sido constante. De hecho nuestra especie ha sobrevivido porque los humanos se han unido en grupos. Pero, como dicen Caporael y Brewer la inserción de una persona en un grupo no es un asunto sencillo, y ni se trata de algo voluntario ni de libre elección. La inserción es obligatoria y viene dictada por la interdependencia de las personas dentro del grupo. Todas se necesitan mutuamente y todas son necesarias para que el grupo salga adelante y se lleven a cabo sus funciones de adaptación al medio. Hay tres metas básicas que consiguen las personas al integrarse en un grupo: utilitarias, de conocimiento y de identidad. El grupo aporta recursos materiales, guía y orientación para un dominio del entorno social y físico. Todas las personas pertenecemos a algún grupo y esa pertenencia es lo que permite que los demás nos identifiquen aunque no nos conozcan personalmente. A menudo, sin embargo, en la interacción entre la persona y el grupo surgen desacuerdos y conflictos. La persona incurre en costes cuando se integra en el grupo porque debe respetar sus normas y realizar tareas del grupo que pueden ser complicadas; todo ello a cambio de beneficios que no suelen ser inmediatos. También el grupo incurre en costes porque la coordinación de la actividad grupal es compleja porque tiene que realizar labores de vigilancia y control sobre los integrantes. Por eso hay relaciones ambivalentes: a veces el grupo exigirá a las personas que lo integran o a alguna de ellas más de lo que les da a cambio, con lo cual se daría una especie de explotación. También puede ocurrir lo contrario, algún miembro del grupo se puede aprovechar de los esfuerzos de los demás integrantes y rentabilizarlos en beneficio propio. Si este tipo de conflictos no se supera puede llevar a la ruptura. Los estereotipos son como creencias compartidas sobre las características de los miembros del grupo; mientras el prejuicio es una especie de evaluación negativa de una persona por su pertenencia a determinado grupo, por lo cual podrían considerarse procesos de naturaleza individual. La identidad social, íntimamente ligada al yo, se construye a partir de la pertenencia de una persona a uno o varios grupos. Las definición de Henry Tajfel dice que la entidad social es la parte del autoconcepto individual que deriva del conocimiento de la pertenencia a un grupo social junto con el significado emocional o valorativo que conlleva dicha pertenencia.
• Procesos de la naturaleza societal. Las estructuras de status y poder, las instituciones, los rituales, tradiciones y costumbres culturales son procesos de naturaleza social y cultural que de entrada parecen muy alejados de la influencia que sobre la persona ejerce la presencia de los otros. Pero estos procesos son los que más penetran en las relaciones entre personas; es la llamada presencia implícita de los otros. Myers habla de lo que sucedió en USA cuando en 1954 el Tribunal Supremo abolió la segregación racial. Una vez publicada la decisión se modificaron las actitudes raciales y se duplicó el porcentaje de personas favorables a la integración en las escuelas. También las normas culturales ejercen un profundo impacto sobre los aspectos más íntimos de las personas. Markus y Kitayama señalan que para los japoneses la felicidad surge de una relación social positiva, de sentirse apreciado y respetado. Mientras que en USA la felicidad está más en relación con el sentimiento de eficiencia y superioridad. En los conflictos pasa igual; en Japón suelen darse entre grupos y en Norteamérica son más frecuentes entre personas. Además de la cultura, también la naturaleza influye y actúa como factor de cambio.
4. Combinación de procesos de distinta naturaleza.
Los procesos individuales, interpersonales y grupales se entremezclan en la vida cotidiana y se combinan entre sí de muchas formas.
Efecto de discontinuidad individuo-grupo. Lo han estudiado Insko, Hoyle, Dardis y otros, y parten de la observación de que las personas no se comportan de la misma manera cuando forman parte de un grupo que cuando actúan solas. Este cambio de conducta sugiere una cierta discontinuidad, por eso la denominación del efecto. Los experimentos realizados por Insko para investigar la validez de este efecto utilizaron diversos juegos experimentales, entre los que destaca el llamado dilema del prisionero. Tanto en este juego como en otros parecidos la conducta de los jugadores se orienta más hacia la competición cuando cada una de ellas representa a un grupo diferente. En el mismo juego, las personas que actúan en nombre propio y a título individual tienden a decantarse por la respuesta cooperativa. Cuando una persona actúa en nombre de un grupo son conscientes de que sus respectivos grupos esperan de ellos que defiendan el interés grupal y saben que su conducta competitiva está respaldada y apoyada por los restantes miembros del grupo; lo cual no sucede cuando cada persona actúa por su cuenta. La investigación de Insko deja de manifiesto que la diferencia entre competir para uno mismo (proceso individual) o en nombre de un grupo (proceso grupal) llega a invertir el sentido de la influencia.
Efecto de las campañas políticas. El voto es el resultado de muchos factores; entre ellos la situación económica del momento, la identificación con la figura del candidato, la personalidad del votante o la fidelidad a un partido político. Una investigación realizada por Mullen sobre la campaña de Reagan del 1984 muestra que un cambio aparentemente pequeño en la campaña se asocia a desplazamientos inesperados en la conducta de voto. La estrategia de Mullen fue grabar en video a los presentadores de las tres cadenas más importantes de televisión cuando hablaban sobre Reagan y Mondale en las noticias de la noche a lo largo de toda la campaña de 1984. Un grupo de participantes evaluó los videos grabados por los autores. El presentador de la cadena ABC mostraba un sesgo no verbal; sonreía más cuando se refería a Reagan. En cambio los presentadores de la CBS y NBC no mostraban ese sesgo. Se encontró que los votantes que habían visto con regularidad las noticias de la cadena ABC votaron en mayor porcentaje a Reagan. De esto se infiere que la introducción de un cambio en la campaña consigue desequilibrar la conducta de voto a favor de un candidato.

5. La investigación en Psicología Social. Los métodos de investigación no son más que un instrumento al servicio del desarrollo teórico y como tal se deben adaptar al objeto estudio de cada disciplina. En el caso de la Psicología Social, en que su objeto es una interacción entre los factores psicológicos y el entorno social, hace que el análisis de los procesos sea especialmente complejo, ya que se deben tener en cuenta varias premisas.
a) La conducta de las personas, sus pensamientos y sentimientos son producto de la interacción entre múltiples determinantes psicológicos y situacionales.
b) Las personas son seres activos y no sólo reactivos. Su conocimiento del mundo no es mero reflejo de la realidad objetiva, sino una versión subjetiva de ella. Las personas no sólo reciben la influencia de los demás, sino que a su vez son agentes de influencia para otros.
c) De la interacción entre personas surgen fenómenos nuevos, que no estaban presentes en la situación ni formaban parte de la psicología individual de los participantes.
d) Los estímulos sociales que influyen en los pensamientos y acciones de las personas pueden estar físicamente presentes o no, como ocurre cuando la presencia es implícita.
e) La influencia que ejerce la presencia de otros es producto de la operación de procesos de distinta naturaleza, que suelen combinarse entre sí, lo que implica tener en cuenta diferentes niveles de análisis al mismo tiempo.
f) Son estos procesos los que estudian los psicólogos sociales, y los análisis de los procesos psicosociales subyacentes permite alcanzar un mayor poder de explicación, predicción y generalización a contextos diferentes. Estos procesos no son directamente observables y deben inferirse a partir de la conducta.
Los métodos más utilizados en la investigación psicosocial. La elección del método depende del problema y de su viabilidad en función del contexto del estudio y de sus participantes. El investigador deberá formular una o varias hipótesis sobre lo que espera encontrar para después poder contrastarlas con los resultados que obtenga. Los hipótesis establecen relaciones entre fenómenos, relaciones que pueden ser de causa-efecto, como en los estudios experimentales, o de co-ocurrencia, como en los estudios correlaciónales. Para poder medir las relaciones entre fenómenos teóricos es necesario traducirlos a variables o manipulables mediante definiciones operativas. Los experimentos son el método que más prestigio tienen entre los psicólogos sociales. La variable que el experimentador manipula es la que hace que la persona que participa en el experimento piense, sienta o actúe de determinada manera. Puede servir de ejemplo el experimento de Triplett con el estudio sobre la bicicleta estática; donde lo que se manipula es la presencia de otras personas haciendo lo mismo. Es la variable independiente, precisamente porque no depende de nada más que de lo que pase en el experimento, porque es el investigador el que establece sus valores. La variable dependiente será la conducta de los participantes; como por ejemplo la intensidad del pedaleo, causados por la variable independiente y no por otros factores. Cada valor o nivel de la variable independiente se corresponde con una condición experimental a la que se asigna un número de participantes. La asignación aleatoria significa que todos los participantes en un experimento tienen las mismas probabilidades de estar en cualquiera de los grupos o condiciones experimentales. Los diseños experimentales pueden ser de varios tipos; el más sencillo es el que hay una única variable independiente con sólo dos valores, y por tanto, dos condiciones experimentales, como en el experimento de la bicicleta. Pero en el experimento pueden tomarse medidas, es decir, se les da un tratamiento, mientras que a otro grupo no se le da. E incluso se puede jugar con darles otro tratamiento post test a uno solo de los grupos y así las diferencias entre los dos grupos se atribuyen al factor que los diferencia, la variable independiente, manipulada mediante el tratamiento o la ausencia de él. Lo habitual en Psicología Social es que los experimentos tengan diseños más complejos, con más de una variable independiente e incluso con más de dos valores en cada una. En este tipo de diseños, llamados factoriales, cada nivel de cada variable se empareja con cada nivel de todas las demás. Los tratamientos experimentales se pueden aplicar de varias formas, y podemos hablar de varias categorías de tratamientos:
A. Manipulaciones sociales, en donde el experimentador recurre a la colaboración de un aliado, llamado cómplice, que pasa por un participante más, pero cuyas acciones están preparadas de antemano.
B. Manipulaciones ambientales, en las que se controla y se manipula algún aspecto de la situación experimental.
C. Manipulaciones mediante instrucciones, que son las más usuales y fáciles de aplicar. El experimentador da unas instrucciones a los participantes que son distintas para cada grupo. Las diferencias de respuesta son atribuidas a las diferencias de instrucciones.
También hay experimentos de campo en donde se realizan situaciones naturales y que tienen mayor realismo mundano. Sherif realizó el que se conoce como “la cueva de los ladrones”, sobre conflicto y cooperación intergrupal, para lo cual organizaron un campamento de verano para niños; o el experimento “Pigmalión” de Rosenthal y Jacobson, acerca de la influencia de las expectativas del profesor en el rendimiento de los alumnos. Otra posibilidad son los cuasi-experimentos donde el investigador puede manipular una variable independiente pero no puede asignar aleatoriamente a los participantes a las distintas condiciones. Aunque se ha criticado el experimento de laboratorio y su falta de parecido con la vida real, lo importante para que los resultados de un experimento se puedan aplicar a la vida cotidiana no es su realismo mundano sino su realismo experimental; es decir que los participantes se crean lo que el experimento les dice y se metan tanto en la situación que se les olvide que están participando en el experimento. Los métodos correlaciónales son también usados en la investigación psicosocial cuando no es posible hacer experimentos. Una correlación es positiva cuando a medida que aumenta el valor de una de las variables, aumenta también el de la otra. Y es negativa cuando el aumento de una va asociado al descenso de la otra. Será nula cuando el aumento o la disminución del valor de una variable no van asociados a ningún aumento o disminución en el valor de la otra. Las correlaciones se expresan matemáticamente en coeficientes de correlación de Pearson y el coeficiente de relación puede oscilar entre +1 (correlación positiva perfecta) y -1 (correlación negativa perfecta). Una correlación de O significa que no hay relación en las variables. Cuanto más cerca se encuentra el valor de +1 y de -1 más fuerte es la correlación en un sentido o en otro. Hay diversos métodos correlaciónales; como la observación, los cuestionarios o las entrevistas. El principal problema de estos métodos es que no permiten concluir cuál de las variables es la causa de la otra. Una de las ventajas sin embargo, sobre el método experimental es que ofrece la posibilidad de estudiar la conducta en situaciones naturales y analizar factores muy importantes en Psicología Social, como el género, el grupo étnico o el status social, que no es posible manipular en el laboratorio. Además se pueden incluir muchas variables diferentes a la vez. Lo ideal es emplear varios métodos en el mismo estudio, lo cual da más fuerza a los resultados.
6. La Psicología social como puente y articulación. En palabras de Moscovici la Psicología Social es una disciplina puente porque su característica más destacada es la de integrar conocimientos de distintas ciencias sociales. Al combinar procesos de distinta naturaleza para explicar cómo se ejerce la influencia de la presencia de otros sobre la persona, la Psicología Social usa procesos que son el objeto de la Psicología, la Sociología, la Economía o la Antropología. Este planteamiento conecta también con el de Operario y Fiske, quienes señalan que ha sido tradicional oponer los procesos individuales a los interpersonales, grupales y societales, como si fuesen polos o extremos de un continuo unidimensional. La consecuencia del punto de vista tradicional es que convierte cada bloque de procesos individuales en una entidad homogénea y cerrada en sí misma.
Según estas dos autoras lo societal penetra hasta el fondo de los procesos individuales y les dota de significado. Los procesos individuales dependen del marco cultural y societal de referencia de la persona. Las estructuras societales entran en la cabeza de las personas e influyen en sus procesos mentales. Lo societal también rige los automatismos, o respuestas automáticas de las personas, que suelen surgir en situaciones o falta de activación del esfuerzo cognitivo. La investigación sugiere que están condicionadas por la cultura. Se constata también la influencia del contexto inmediato sobre los procesos individuales: el poder de la situación determina los objetivos, los motivos y las necesidades de las personas y éstos a su vez guían los procesos cognitivos. Los seres humanos somos estrategas motivados, pensadores pragmáticos que disponemos de múltiples estrategias cognitivas y elegimos según nuestras metas y situación.
7. Un ejemplo de explicación psicosocial: la relación entre riqueza y bienestar.
Myers dice que hay que investigar si las sociedades más ricas son las que representan un bienestar más elevado. La respuesta es que ocurre sólo en parte, aunque es un hecho que los países más prósperos, como los escandinavos, disfrutan de mayor bienestar que aquellos que tienen carencias económicas. Pero entre la riqueza de un país y el bienestar económico de los ciudadanos no hay una correlación elevada. Dice Myers que a partir de un techo de aproximadamente los 10.000$ de renta per cápita ya no se genera un incremento paralelo de bienestar. Y esta afirmación la basa en dos principios:
La capacidad humana de adaptación. La capacidad de adaptación se explica refiriéndose a la tendencia de los seres humanos a evaluar su experiencia actual comparándola con un nivel neutro definido por la experiencia anterior. Las personas saborean sus logros cuando éstos superan lo que han conseguido en el pasado; pero se adaptan rápidamente. A medida que se van consiguiendo logros más elevados parece que pierden valor.
El deseo de comparación. No sólo se compara entre lo conseguido en el presente y en el pasado, sino también lo que consiguen otros similares. Es lo que se conoce como privación relativa o experiencia que se deriva de percibir que lo que uno tiene es inferior a lo que considera razonable o justo según algún criterio. Y uno de los criterios es la comparación con lo que tienen los otros.
Bienestar, riqueza, nivel de adaptación, deseo de comparación social: la complejidad de las relaciones psicosociales. Myers combina procesos de distinta naturaleza para oponerse a creencias muy extendidas para mostrar que la conexión entre riqueza y bienestar no es ni directa ni automática, sino que depende de otros procesos, sobre todo del nivel de adaptación y el deseo de comparación. El nivel de adaptación es un proceso de naturaleza individual y se inspira en el punto de vista de alguien, en la perspectiva de un ser humano en concreto. El proceso de comparación social es de naturaleza interpersonal o intergrupal y se basa en la necesidad de las personas de comprender y controlar su mundo social y de validar sus opiniones y creencias. Poseer riqueza no se muestra como algo absoluto, sino relativo a la riqueza que poseen otras personas o grupos. Si la persona pudiera abstraerse de las relaciones que mantiene evaluaría lo que tiene con respecto a algún criterio externo objetivo.
8. Psicología social y aplicaciones.
La Psicología Social nace en estrecha conexión con la vida social de finales del siglo XIX y sus contenidos son en buena medida el reflejo de las cuestiones sociales de su tiempo. La aplicación de los conocimientos adquiridos en esta disciplina en sus investigaciones se orienta hacia una mejoría en las condiciones de vida de las personas en una gran cantidad de ámbitos. Existen varios enfoques en la orientación de las aplicaciones. Lewin era partidario de la investigación-acción en la que el investigador se implica personalmente en la planificación y realización de la aplicación y compone un ciclo que va desde la teoría a la intervención mediante la investigación. Pero hay otros autores que han preferido un enfoque de tecnología social, en donde la prioridad la marca el problema a resolver y los conocimientos psicosociales básicos se usan como un repertorio de soluciones posibles. El psicólogo social puede ser esencialmente un investigador que intenta aplicar un medio científico a la comprensión y solución de problemas sociales o bien un consultor que intenta aportar su experiencia y conocimientos para ayudar a sus clientes en dificultades concretas.
BIBLIOGRAFÍA:
• Introducción a la Psicología Social(UNED)
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